Ayer, 22 de abril, se celebró el Día de la Tierra a nivel mundial. Parece que en España nos vamos concienciando cada día un poquito más, pero nos queda mucho que aprender, que sentir y que valorar. Sobretodo de esto último. He viajado por países y conocido culturas donde no existe dios, ni político, más venerado que la Madre Tierra. Ella es la que reparte alimento, energía y salud. Sin embargo, en Europa y países desarrollados, en los que nuestras comodidades están a otro nivel, nuestras preocupaciones se centran en otros aspectos…
Pero, ¿a quién le preocuparía el estado de la bolsa si no tuviésemos agua para ducharnos, para regar nuestros cultivos o para beber?
Personalmente, a mí también me cuesta mucho ser consciente todo el día de los errores que cometo en este sentido. Aunque hay hábitos sencillos que he ido adquiriendo con el tiempo y que ayudan al cuidado de nuestro planeta.
1. RECICLAR
En la cocina tengo un cubo para lo orgánico y otro doble para papel y plásticos. El vidrio también es importantísimo reciclarlo (el que más), pero en El Hijo del Carpintero solemos reutilizar los envases de este material.

2. PRODUCTOS DE TEMPORADA
Consume fruta y verdura de temporada, ésta se ha cultivado de una manera más natural y sin gastos innecesarios. Si algo te gusta mucho, cómpralo en su época del año y congela raciones! Así estoy yo ahora con las habas en casa…
3. PRODUCTOS DE CERCANÍA
Consume productos elaborados cerca de casa, así evitarás transportes larguísimos que gastan y contaminan una barbaridad. Si, además, estos productos son alimentarios, tu salud te lo agradecerá ya que son mucho más frescos.
4. BOLSAS REUTILIZABLES
Nos vendieron las bolsas plásticas de un solo uso como algo que nos iba a solucionar la vida, las regalaron en todas las tiendas, las acumulábamos en cualquier rincón de la cocina, nos servían para guardar y transportar un montón de cosas… Pues la hemos liado parda!
Ahora nos dicen que son casi imposible de reciclar, que hay mares invadidos por ellas y que nuestro ecosistema tiembla.

Lo que hago yo es ir a comprar con mi propias bolsas. Además, la fruta y la verdura la adquiero del mercadito del pueblo, que a parte de tratarme de maravilla y recibirme siempre con una sonrisa, el producto es fresco, de cercanía y no usan envoltorios inútiles y altamente contaminantes.
5. LA NATURALEZA QUE TE RODEA
Debemos cuidarla! Tanto si voy a la playa o a la montaña, recojo mi basura y algún residuo que pueda ver por ahí abandonado. Tampoco altero la vida que allí se ha creado. Ni mato bichos, ni les molesto. Debemos tener en cuenta que ellos están en su casa y que cada uno tiene su función.
Las abejas son la clave de nuestro alimento. Sin abejas no hay polinización y sin polinización no hay comida. Deberíamos venerarlas.

Seguro que se te ocurren más hábitos que podemos adquirir para cuidar nuestro planeta. Te invito a que me los cuentes aquí abajo y así poder aprender un poquito más!
Nosotros, por ejemplo, en El Hijo del Carpintero, trabajamos un material natural y sostenible como es la madera, usamos pinturas al agua y los artículos para interior los tratamos con productos que no contienen ningún tipo de químico. Además, trabajamos de manera artesanal y no gastamos energía en grandes maquinarias.
Y si eres de las personas que siente frustración porque ve que la mayoría no mueve un dedo, recuerda que «para cambiar el mundo es necesario empezar por uno mismo». Como dicen aquí en Villalonga «tota pedra fa paret» o lo que es lo mismo, «toda piedra hace pared».
Sigamos!