He hablado de esto en otras ocasiones, pero me encanta repetirme. Las parejas que nos eligen para que nuestro trabajo forme parte de su boda, desprenden una energía especial. Hay una palabra que se repite en cada conversación que mantenemos con ellas para organizarlo todo y es ilusión. Todo les hace mucha ilusión y se nota en cada elección, en cada idea, en cada detalle. Cuando Paula me escribió por primera vez ya supe que era de las nuestras.


Paula y César se casaron en junio del 2019, pero fue a principio de ese año cuando nos contactaron para pedirnos diferentes piezas. Todas ellas muy especiales y con carga emocional. Además, nos contaron que valoraban el trabajo hecho a mano y que ellos mismos ya habían estado preparando cositas para su gran día.

Paula elaboró su propio porta alianzas con ayuda de un pirograbador.

Una de las piezas que nos pidieron fue la caja que utilizaron en el ritual de las arenas. Era una cajita única ya que el diseño debíamos hacerlo a partir de una ilustración que había hecho Paula y tenían colgada en la entrada de casa. El resultado fue precioso!


También nos pidieron dos regalos muy especiales. El del hermano de la novia, amante de la montaña y la bici. Y el del mejor amigo de César, un melómano artista del piano.



En la boda de Paula y César se regaló bonito y se cuidó cada detalle.







Gracias, pareja, por ser tan bonicos y dejarnos formar parte de un día tan mágico.
Ah! Todas las fotos maravillosas son obra de Alba Escrivà.