Hace mucho tiempo que no me paso por aquí. Demasiado. Muchísimo más del que me gustaría. Pero darle vida a un blog se convierte en una ardua tarea si además, te ocupas del diseño, la fotografía, los envíos, la gestión, la comunicación… Quería contaros una cosilla y mostraros un proyecto muy fácil y resultón en el que trabajé no hace mucho. Empiezo por lo segundo.
Hace un par de meses, una de mis mejores amigas (Miriam) me pidió que le hiciera un cuadro con marco de madera y unas cuerdecitas donde poder colgar fotografías. Su prima Sara se casaba y quería hacerle un regalo único, bonito y con una gran carga emocional. De ahí lo de llenarlo con fotos que recordaran grandes momentos vividos juntas.
La idea me encantó. Siempre he pensado que un buen regalo es el que crea un momento inolvidable. Es decir, cuando te hacen un buen regalo siempre recuerdas el cómo, el dónde y el quién. Y para que esto suceda no tienes que hacer una gran inversión económica, tan solo tocar la fibra sensible de uno… En fin, que me motivé y dándole vueltas recordé un cuadro feuno que andaba dando vueltas por el taller desde hace un tiempo. Pensé que con un poco de paciencia podría conseguir un resultado mucho más atractivo que el que me podría dar un marco liso de madera. Te cuento como lo hice:
1. Limpié la pieza con un paño húmedo, un cepillito y agua con jabón.
2. Pinté toda la superficie con imprimación.
3. Cuando secó, pinté con pintura a la tiza de color blanco antiguo. No recuerdo si le di dos o tres pasadas.
4. En la parte inferior pinté un detalle en color lino que le dio al regalo un carácter todavía más especial.
5. Enceré el cuadro con cera transparente para sellar la pintura.
6. Por último, coloqué varias cuerdas de lado a lado fijándolas con chinchetas doradas.
Fácil, no? Además, encontrar un cuadro de este tipo es sencillo. Hubo una época en la que toda casa tenía que tener varios de estos, por lo que seguramente tu abuela o tu madre guarde alguno y con suerte no le habrá cogido mucho cariño… Jijiji!

Por último, hablando de madres… Hace tiempo te conté que Mi Señora Madre estaba jubilada. Pues ya antes de dar ese paso nos decía a mi hermana y a mí que para cuando dejara de trabajar iba a organizar un crucero con el objetivo de pasar un tiempo todos juntos; que nos invitaría ella de buen rollo! Sí, como lo lees. CRU – CE – RO. Yo que soy de mochila, de aventura, de arriesgar, de dejarme llevar, de experimentar! En fin, que ha llegado el momento y el próximo domingo mi compirocker y yo nos subimos a un barco de esos que tienen más cosas y gente que un pueblo. Y NO vamos solos. Vamos con mis padres, mi hermana Mon, su marido y mis dos sobris. Voro y yo pasamos, por una semana, de ser viajeros a turistas en toda regla. Pero vamos, que conociendo a la trupe que nos juntamos esto puede convertirse en una verdadera aventura. Miedo me da.
Este es nuestro plan de verano. La próxima semana estaremos de vacaciones marineras. Esperamos volver sanos y salvos el lunes siete de agosto. No sé si allá en alta mar hay mucha wifi, pero intentaré contarte como evoluciona el viaje en familia por Stories. Prometido.
Rosana EHDC